La certificación Gold Standard fue fundada por WWF y varias ONG más con el fin de garantizar que la compensación del carbono se llevase a cabo con la máxima calidad posible y no tuviese un impacto negativo en el entorno local. Los proyectos están sujetos a los requisitos de auditoría más exigentes y en ellos deben participar todas las partes interesadas relevantes, incluida la población local.
Además de garantizar unos beneficios reales para el clima, la certificación Gold Standard exige a los proyectos su contribución a objetivos de desarrollo sostenible adicionales, en lugar de limitarse únicamente a la acción por el clima. Esto significa que los proyectos a favor del clima también contribuyen a la mejora de la salud y a la reducción de la pobreza de la población más vulnerable de nuestro planeta.